lunes, 28 de septiembre de 2009
martes, 22 de septiembre de 2009
Confesiones de una ex...plosiva
Sentada en el sillón del pasillo, ojeaba una revista de esas que nunca leo, pero que alguna vez me han dado motivos para ir corriendo a las vías del tren y lanzarme cual clavadista al medio del riel. Era jueves y afuera llovía. Mientras esperaba mi turno (la galería de personajes) encontré en la página 86 la columna de una periodista de apellido Strauss.
Sus palabras me parecieron tan acertadas como ocurrentes.
Imaginé a las lectoras asentir con su cabeza desde el pasillo del consultorio o en la sala de espera. En las peluquerías, en la mesa de algún bar, en el banco de la plaza, en el sillón de sus casas…
(...)Hay armisticios que no existen. Hay paces que jamás serán firmadas. Hay guerras-sordas, intestinas, largas como una enfermedad crónica-que terminarán sólo cuando se termina uno. Nunca antes. Así que a mí no me vengan con cosas raras...Yo, que soy de querer a lo bestia, sin bozal, sin espejito retrovisor, a baldazos de amor, no podría jamás convertirme en esa triste cosa que es la ex "amiguera". ¡Vamos! ¿Quién quiere ser amiga de un tipo convocado para el casting de galán? ¿Eso no es como una degradación, como una adulteración del amor? "Bueno, dale ya que no das para marido ni para novio, vení que te pinto de hermano del alma y listo"
!Pamplinas! Si no estás a la altura del papel, darling, más te vale armar la valija y rajar de mi vida ipso facto. Sobre todo, porque cuando me dé cuenta del brutal error (haber tomado por faisán a un módico pato criollo) lo más probable es que me embargue un deseo irrefrenable de trepar a un tractor y pasarte por encima.
Hay, en todo romance manco algo de pagaré sin levantar: alguien que prometió vino y rosas, y no pudo más que alcohol fino y ventosas.
Para éste, para el estafador emocional que la mayoría de los tipos lleva adentro-si me permiten- sólo cabe la muerte. Una muerte larga, dolorosa, llena de garrapatas y vinchucas, gritos, "escenitas", cachetazos y tacos como puñales en su espalda.
¡Vuelen chancletas justicieras,jarrones y ceniceros, en busca de la cabeza y partes nobles del mentiroso! ¡Caigán sobre él cuervos en picada, águilas borrachas, popós de paloma tamaño de nido hornero!
Para el prófugo del amor, el desleal, ningún castigo ni bochorno será suficiente.
Brindemos, pues: cada vez más gente sabe -vía revelación catódica- que el amor es una enfermedad incurable. Y , de hecho, la única capaz de sobrevivir a su propia muerte.
Acabado el romance, de las cenizas brotamos nos, las explosivas, a poner un poco de justicia (loca justicia, si quieren) en un mundo en donde nadie va preso por andar matando pobres corazones. Como si tal cosa, como si todas nosotras estuviéramos ahí (sangre en los ojos, puñal en la lengua) para recordarles que lo único digno de temerse en esta vida es una mujer con el alma hecha jirones(...)
sábado, 19 de septiembre de 2009
Rotunda verdad
Los amores cobardes
no llegan a amores,ni a historias,
se quedan allí.
Ni el recuerdo los puede salvar,
ni el mejor orador conjugar.
Silvio Rodriguez.
martes, 15 de septiembre de 2009
sábado, 12 de septiembre de 2009
No estaré
¿En cuántas habitaciones de hotel
me dejaste con mi pena sin piedad?
Y ahora, ¿Qué más da? ... ¿Qué más da?
Ahora viajo sola, vivo en bosques, sola ya no tengo miedo.
Hay luz al fondo
Siempre... hay luz al fondo
Y puedo ver pequeños islotes, a flote, que dejan que el sol les toque
Y no sé si quiero irme, o me quiero quedar
Lo que sé es que ya no quiero que me duela más, noo...
asique... no estaré
La próxima vez... no estaré...
La próxima vez... no estaré...
La próxima vez... no estaré...
El viento corta mi boca,
pero no lo suficiente como para que no puedan curarmela los besos de otra
Y desayuno lo que sabes que me gusta,
aunque preferiría desayunar tu piel
si no fuera porque te asusta...
Si no fuera porque te asusta...
Y no volveré a dejar que mis lágrimas
me impidan ver tanta belleza como tengo a mi alrededor;
tan lejos te siento tan cerca
y tan cerca te sentí tan lejos
Ahora no me quejo,
yo lo consentí,
insistí en quererte
Y ahora que no sé si insistí, tú insistes en quererme...
paradoja constante del amor...
cuando te vas, me quedo yo,
cuando me voy, tú te quieres quedar,
pero otra vez, no estáre...
La próxima vez... no estaré...
La próxima vez... no estaré...
aunque te eche de menos...
no estaré...
La próxima vez...
no estaré.
jueves, 10 de septiembre de 2009
Mi plegaria
I don´t believe in magic
I don´t believe in I-ching
I don´t believe in Bible
I don´t believe in Tarot
I don´t believe in Hitler
I don´t believe in Jesus
I don´t believe in Buddha
I don´t believe in you...
I just believe in Me.
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