lunes, 5 de noviembre de 2007

Realidad infinita

Por un momento pensó y creyó que todo saldría bien.
Por un instante se tuvo fe, como nunca antes se la había tenido. Quiso creer que las cosas le saldrían bien, pero finalmente despertó y nada era como lo había soñado: una casa, una familia, un espejo y una imagen ajena a todo.
Entonces se dio vuelta y vio su figura reflejada en una de las ventanas de su cuarto. Cerro los ojos y los volvió a abrir.
Por un segundo tuvo la ilusión de que todo fuera un sueño.
La puerta se abrió y su madre entró con una pila de remeras blancas, entonces supo que todo lo que allí estaba pasando era real. Triste, pero muy real.

1 comentario:

Anónimo dijo...

te amo.
ot.