sábado, 9 de agosto de 2008

Mano a mano (Reincidente)

Acá vamos de nuevo.
La hora justa. Esperando el momento y finalmente...¡Aparece!
Mismas palabras, típicas excusas. El libreto lo sé de memoria. Soy la mejor alumna. Si rindo exámen me saco un 100 sobre 100.
Saber lo que va a decir, la manera en la que me va a mentir, haciendo ese jueguito macabro (en un punto), sabiendo que yo lo sé, que , a esta altura, sólo puede causarme gracia porque de llorar ya me cansé.
No tiene prejuicios, ni cara, cero parámetros. De limites mejor ni hablemos, menos que menos de su memoria y, para colmo, poco corazón.
Sin embargo, basta que me escriba esa frase para que me rinda a sus pies.
Una vez le dije: "Esta, va a ser la última vez que me veas caer" y me respondió: "¿En dónde? ¿En mi sillón o entre mis brazos?".
Bien. Acá vamos otra vez.
Me habla. Le respondo. Me miente. Me sincero. Le confieso y me sigue mintiendo.
La misma opereta de siempre. Deja esa frase escrita y me dice que se va.
Acá vamos de nuevo.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Deja a ese papanatas, y venite con este rechurrete...

Anónimo dijo...

Cuando vengas, trae sorbetes. Gracias

Ninna Salusso dijo...

Hornyman:

Estoy empezando a evaluar tu propuesta: decime que tenés para ofrecer y te doy mi respuesta.

Llevo sorbetes, los robé de Estación Esperanza, shhh!

Anónimo dijo...

"decime que tenés para ofrecer".

No todo es un negocio, Salusso.

Ninna Salusso dijo...

Jaja, es verdad. No todo es un negocio, pero algunas cosas sí.

Anónimo dijo...

Sí: Las peores cosas.

Anónimo dijo...

Una palabra que va, una palabra que se aleja. Cuando ande por aquí, ojo con la comadreja!
Me dijo un hombre de ojos saltones; no ostente su presa, si no quiere problemas. Busque el lado bueno en su mesa y deje el postre para después!