Viernes, 11 della mattina:
N: amigo, ¿Me lavas el auto?
A: Sï , rubia. Estacionamelo ahí y dejame la llave.
N: Bueno...gracias.
Entro a la editorial. Se empieza a nublar. Nubarrones por todos lados. Al rato: tormenta de aquellas.
Sigo arrastrando la mala suerte.
3 comentarios:
NO ES MALA SUERTE, ES NO LEER EL PRONOSTICO!
que copados que son los anonimos!
besos y abrazos
pufffff!! a cuantos no nos ha pasado! ejejee
creeme no estas sola en ese mal dia pero el sol vuelve a salir y tu auto estara seco! ejej!
buen blog te estare viendo por aki!
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