miércoles, 26 de mayo de 2010

El rito perfecto.

20:30, 20:31. Siempre se duerme a la misma hora.
Apoya su cabeza en la almohada o en uno de los brazos del sillón, empieza a inclinar la cabeza de a poco, lento, lento, lento...y lo miro.
Lo miro desde el sillón, lo miro desde la cocina, lo espío desde el balcón y me gusta.
Me gusta que esté ahí. Me gusta que se quede acá.

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