lunes, 28 de junio de 2010

Varada en el tiempo


Vacía, perdida. Ausente en vida. Una sombra. Un fantasma que se pasea por los pasillos de lugar. Los ojos perdidos en un punto fijo, sin pestañar. Se lleva el cigarrillo a la boca, y mientras el mundo le habla al oído recuerda. No piensa, no siente. Sólo recuerda.
Su aquí y ahora ya no existe. Su lugar es otro, irreal.
Allá, donde el atardecer asomaba al final del camino, detrás de aquella sierra, escondida en ese jardín, acurrucada en el piso de arriba donde ellos sabían hacer su juego. En medio del altar que nunca fue camina entre la gente y escucha canciones que, por estos días, ya no corren.
Suspendida, paralizada. Expulsada hacia un pasado sin final y un presente sin comienzo. Vive entre luces y sombras. Atormentada por imágenes que van y vienen a la velocidad de la luz. Destellos de historias golpean su cara, cicatrices que nunca cerraron, hoy. llaman a su puerta.
Ecos, palabras, suspiros, tragedias, risas, momentos, paisajes, traiciones, historias, abrazos, promesas, valores, intuiciones, pentagramas, frases, miradas.
Vive suspendida en el tiempo imaginando el sueño que nunca fue y que, bien sabe, ya no será.

1 comentario:

Anónimo dijo...

necesitas rock, del bueno
besos y abrazos tana loca