Y ya está. Ahora es demasiado tarde y estás acá.Parada frente a tu contrincante, lista para tirar la primera mano, dar el primer gran golpe, y si en una de esas, resulta que quedas contra las cuerdas, tenés que hacer lo que te enseñaron: salir, correrte y volver al combate.
Pase lo que pase, tenés que seguir. Con el corazón en la mano, pero de píe. Pase lo que pase.
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