lunes, 27 de septiembre de 2010
Carta a un padre
No sé porque tardé tanto en escribirte. Cuando era chica lo hacía más a menudo. Odiaba las matemáticas, entonces aprovechaba esa hora para hacerte dibujos y soñar con que algún día sería actriz.
Nada resultó como lo esperábamos ¿no?. Ni siquiera esto.
A veces me pregunto ¿En qué pensas cuando estás tan callado? ¿Qué pensas de mí? ¿Sigo siendo tu preferida? ¿Estarás orgulloso de lo que soy?.
Anoche, mientras dormías, me acordé del día en que me enseñaste a manejar. Me dijiste que diera una vuelta manzana y que me animara a entrar el auto por el portón. ¿Te acordás? Nunca me retaste por haberlo roto. Todo lo contrario a mamá que salió con una franela en la mano. ¡Nos quería matar a los dos!.
También recordé el día en que me recibí. Me miraste desde arriba, y con una sonrisa en tu cara me tiraste un beso. De esos que me dabas cuando te ibas a trabajar por las mañanas y yo quería ir con vos porque quería jugar con la masa de las facturas.
Ahora te miro y parece mentira que estés así. Ojalá pudiera aliviar tu dolor, esa maldita agonía que nos tiene a todos en vilo. Ojalá pudiera cambiar las cosas babbo, pero no puedo. No puedo hacer que no te duela. No puedo retroceder el tiempo. Veo como lentamente tu luz se apaga, tu mirada cambia, de a poco te vas, y hay tantas cosas que nunca te dije.
Idiota yo al haber callado tanto tiempo. Egoísta por no haberte prestado más atención cuando hablabas de recetas. Ciega al no reconocer los momentos en los que tenía que haberme quedado con vos. Gracias por estar a mi lado en las buenas y en las malas. Gracias por acompañarme en mis delirios artísticos. Gracias por tus mates y las caminatas al muelle de Miramar. Gracias por explicarme los secretos del mar y de los árboles. Gracias por juntar caracoles, oír mis canciones y abrazarme cuando más lo necesité.
Hoy te traje flores porque, ayer, empezó la primavera. ¿Te gustan? Quedate tranquilo que, esta vez, no van a haber fotos. No voy a pedirte que poses para mi clase.
Una cosa más ¿Si la ves a la nonna Luisa le mandás un beso de mi parte? Decile que a ella también la quiero y que no hay un día que no la recuerde.
Te voy a extrañar. El día que me faltes te voy a extrañar hasta los huesos. Te amo babbo…y no hace falta que me digas nada.
A partir de ahora, nos sobran las palabras, nos sobran los motivos. A partir de ahora babbo, parliamo con il cuore.
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3 comentarios:
Nena...a veces los actos, son también palabras. Todo lo que no dijiste, de alguna manera Henry lo sabe...
All we need is love!+
SNM & LIB
Anto++
Gracias amiga. Te quiero mucho!
hay una gran luz en tu interior y es hermoso ver como logras conectar desde ese lugar con babbo...
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