Son las 8:15 de la mañana de un lunes. La casa suele estar en silencio a esa hora, salvo por los pasos de mis tacos apresurados que confirman que, una vez más, llegaré tarde al trabajo.
Mientras tomo de prepo el café con leche y el Nestum, (preparado por mi madre); ojeo el diario del día. Por la tele anuncian que Miguel Saiz, gobernador de Río Negro, volvió, justamente, a ser reelecto en su provincia. Con él se refuerza la estructura K. Otro aliado K en el interior del país (que a todo esto…. ¡el interior también existe!).
Una suerte de nostalgia viene a mí en ese preciso momento. Tomo otro sorbo de café y caigo en la cuenta de que ya no tendré las citas obligadas de todos los lunes. Aquellas reuniones privadas que, desde el sillón de mi escritorio, me permitían saber sobre la realidad de 11 provincias de mi país.
Sorpresivamente, vienen a mí las entrevistas con De la Sota, gobernador de Córdoba. Las peleas entre los dirigentes de Mendoza y sus conflictos de sobrepoblación carcelaria e inseguridad. San Luis con su sequía constante y aquel Rodríguez Saá que, tan fotogénicamente, aparecía en los titulares de primera plana del Diario de la República.
Si bajara abruptamente y fuera al foco de la noticia me encontraría con un Río Negro colmado de deficiencias en su sistema de salud y la persistente pelea entre el actual gobernador y su oponente Miguel Pichetto. Si descendiera, aún más, Tierra del Fuego me recibiría con un presupuesto anual superior a muchas provincias de su región y con marcadas diferencias a las del norte.
Llego al final del café con leche y logro ver el fondo de la taza. Nostalgia.
Ahora me doy cuenta que he pasado harto tiempo colándome en las vidas de estos personajes. He compartido tardes del verano pasado viajando por Misiones, Corrientes, Jujuy, y Formosa. Tenía el hábito de sentarme a tomar mate en Tucumán. Más tarde, debería hacer un parate en Santiago del Estero y, más luego, saltar hasta La Pampa sin saber que hacer.
Otra vez, vuelve la melancolía. Agarro mis llaves y la cartera. Me coloco el abrigo. Finalmente, salgo de casa; camino hasta la parada del colectivo. Una semana nueva comienza, pero ésta vez la transito sola.
Mientras tomo de prepo el café con leche y el Nestum, (preparado por mi madre); ojeo el diario del día. Por la tele anuncian que Miguel Saiz, gobernador de Río Negro, volvió, justamente, a ser reelecto en su provincia. Con él se refuerza la estructura K. Otro aliado K en el interior del país (que a todo esto…. ¡el interior también existe!).
Una suerte de nostalgia viene a mí en ese preciso momento. Tomo otro sorbo de café y caigo en la cuenta de que ya no tendré las citas obligadas de todos los lunes. Aquellas reuniones privadas que, desde el sillón de mi escritorio, me permitían saber sobre la realidad de 11 provincias de mi país.
Sorpresivamente, vienen a mí las entrevistas con De la Sota, gobernador de Córdoba. Las peleas entre los dirigentes de Mendoza y sus conflictos de sobrepoblación carcelaria e inseguridad. San Luis con su sequía constante y aquel Rodríguez Saá que, tan fotogénicamente, aparecía en los titulares de primera plana del Diario de la República.
Si bajara abruptamente y fuera al foco de la noticia me encontraría con un Río Negro colmado de deficiencias en su sistema de salud y la persistente pelea entre el actual gobernador y su oponente Miguel Pichetto. Si descendiera, aún más, Tierra del Fuego me recibiría con un presupuesto anual superior a muchas provincias de su región y con marcadas diferencias a las del norte.
Llego al final del café con leche y logro ver el fondo de la taza. Nostalgia.
Ahora me doy cuenta que he pasado harto tiempo colándome en las vidas de estos personajes. He compartido tardes del verano pasado viajando por Misiones, Corrientes, Jujuy, y Formosa. Tenía el hábito de sentarme a tomar mate en Tucumán. Más tarde, debería hacer un parate en Santiago del Estero y, más luego, saltar hasta La Pampa sin saber que hacer.
Otra vez, vuelve la melancolía. Agarro mis llaves y la cartera. Me coloco el abrigo. Finalmente, salgo de casa; camino hasta la parada del colectivo. Una semana nueva comienza, pero ésta vez la transito sola.
4 comentarios:
Las provincias no serán lo mismo sin vos...
Pero a otra cosa mariposa!!
Ya verás como la vida te sorprende
Bueno, no viene mal un comentario optimista de vez en cuando no?
Ti voglio bene!
Es hora de ser mas unitarios y de no pensar tanto en el alla. Es tiempo de salir a pelear porque si el presente es lucha el futuro es nuestro. Yo te banco y te espero cuando vuelvas cansada de batallar, te quiero.
Sé que la vida es una lucha constante. Sé que de eso se trata: batallas y más batallas. Sucede que , a veces, uno se cansa de tanta "pelea". Sin embargo, al otro día uno se levanta y vuelve al ruedo. Lo sé. Todos lo sabemos.
Ha sido un placer para mí compartir estos meses de sacrificio contigo, mi queria Toia. Ha sido un honor aprender de tí. Apoyarme en tí ,ésas tardes de verano, en el barcete que solíamos frecuentar. Han salido cosas buenas de ahí. Hemos llorado nuestras penas y nos hemos reído. También, alguna que otra vez, nos hemos complotado para poder sobrellevar esto que tanto nos gusta: ser periodistas!.
Quiero que sepas que así como vos me esperás en algún lugar de este universo, yo también lo haré. Seguramente, nos cruzaremos en algún medio. "Ponele la firma":, te diré!. Nuestros nombres estarán en ésa maldita página.Algún día.....todo llega.
"PONER CABEZA Y AGUANTAR EL TIRÓN, PORQUE LA VIDA ES ASÍ".
Yo también te quiero!.
Gracias Ha!....te adoro!!!..Amiguita del alma!.
*Eresunglobodeheliomuybonito*
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