De chocolate blanco o negro. En forma de flor, de hoja o las tipicas monedas. También pueden ser alargados, redondos, cuadrados o amorfos. Estos últimos, por lo general, vienen rellenos de naranja o con una pasta de frutilla. Con o sin envoltorio.
Los de menta, de dulce de leche, crema mocca o los que son todos de chocolate. A estos le sumo los rellenos de licor. Sí, hasta esos me gustan.
No sé si mi afán se despertó en mi adultez, pero cuando era más chica no comía tantos bombones.
Mi padre tenía... perdón tiene panadería y nunca me pasó lo que ahora: ¡Me comí 25 bombones en dos minutos!
Le llevé la caja a mi mamá y le pedí que , por favor, los escondiera bajo llave.
Mis amigas dicen que es por falta de sexo. Yo, me reservo la respuesta.
5 comentarios:
Los bombones están ("sos interesante, eh").
Lo que falta es tu llamado.
es mejor comer muchísimo chocolate por exceso de sexo: un chocolatín después del sexo es infaltable y, en muchos casos, mejor que el sexo mismo.
Sería un placer poder saciar tu locura por los bombones
Señor/ita "Otro anónimo", (le escribe el primer anónimo):
Es mejor comer muchísimo chocolate, siempre.
Sin embargo, en esos raros casos en que el chocolate empieza a ser, de manera inexplicable, mejor que el sexo mismo, sólo hay una cosa por decir: comenzó la debacle.
anónimo 1: ring, ring!
anónimo 2: es verdad!
Niño de veinte: te quieroo!!!
anónimo 1 que es el 4: tengo miedo de que comience la deblace en mi vida. Tema para terapia.
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