jueves, 26 de junio de 2008

Siempre puedes olvidar


Pasaron cuatro años y como dice esa canción: todavía me arrepiento haberlo arrojado tan lejos de mi cuerpo. Son esos errores que uno comete en la vida y que jamás se perdonan.
Esa tarde, creí que estaba haciendo lo correcto y hoy, cuatro años después, me encuentro pagando el karma de la equivocación.

Hasta el momento nunca me había atrevido a hacerlo, pero siempre hay una primera vez.
No pude sostenerlo. Creí tenerlo todo y no era así.
Sentía vacío, tristeza. Necesitaba un abrazo, una caricia, un gesto que me diera algún indicio de que me amaba.
Muchas veces me encontré sentada en aquel jardín. Mirando la nada misma, pensando en que realmente estaba sola. Acompañada, pero sola. Así que eso hice. Tomé la decisión y no miré para atrás. Porque si hay algo que aprendí es a no pensar en el pasado.
Los meses siguientes fueron duros. Volví al lugar donde veraneé durante muchos años de mi vida. Dónde alguna vez fui con él.
Ese año era especial para mí. Tenía muchos sueños y no creí que él fuera capaz de acompañarme en el momento.
Después de esa tarde, nunca más lo vi. Estaba enojada, le tenía bronca porque creía que nunca me había querido lo suficiente.

Pensé que no me valoraba como me lo merecía.
Hoy, acepto que me equivoqué.
A veces, generalmente cuando llueve o cuando estoy triste, me encuentro pensando en qué hubiera pasado si…pero después, cuando vuelve a salir el sol sé que por algo tomé esa decisión.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

precioso, simplemente

Ninna Salusso dijo...

gracias! muchas gracias!