viernes, 24 de julio de 2009
Cuando el cielo se abrió
Angela y Hernán se conocieron hace cinco años en un día de playa.
Sus amigos eran amigos de sus amigos y si bien, se habían cruzado anteriormente sin saberlo, esa fue la primera vez que se vieron.
Angela tenía los ojos color miel y una sonrisa capáz de mover cielo y tierra.
Hernán era tímido y se aferraba a su colgante de púa y cruz.
Angela y Hernán, sin saberlo, estaban por cambiar el rumbo de sus vidas.
jueves, 23 de julio de 2009
domingo, 12 de julio de 2009
Más que mil palabras
Y un día al fin sucede y eso, lo que tanto sospechabas aparece frente a tus ojos.
Te mordés los labios, apretás fuerte tus puños, golpeas el escritorio y volvés a leer.
Querés creer que lo que leíste es mentira y te convences, pero en el fondo sabes que te fallaron, te mintieron.
Recordás todo lo que diste y el amor que tanto le tenías.
Te preguntas mil veces porqué y nunca llega la respuesta. Por lo menos para vos nunca llega una respuesta.
Y mientras caes en el desaliento profundo se instala la angustia para convertirse en llanto, y en el fondo sabés que nadie va a poder curar la herida que abrieron en vos.
Te mordés los labios, apretás fuerte tus puños, golpeas el escritorio y volvés a leer.
Querés creer que lo que leíste es mentira y te convences, pero en el fondo sabes que te fallaron, te mintieron.
Recordás todo lo que diste y el amor que tanto le tenías.
Te preguntas mil veces porqué y nunca llega la respuesta. Por lo menos para vos nunca llega una respuesta.
Y mientras caes en el desaliento profundo se instala la angustia para convertirse en llanto, y en el fondo sabés que nadie va a poder curar la herida que abrieron en vos.
Carta al (des)amor
Me duele creer todo esto. Me cuesta caminar sin mirar atrás. No puedo dejar a un lado todo lo que alguna vez pudimos ser. Los momentos por compartir, las fechas claves guardadas en un cajón, las noches de abrazos y los sueños tranquilos. Las tardes en Mar del Sur mirándonos a los ojos creyéndonos eternos. El cuarto de hotel que nos alojó y nos abrazó esa noche. La canción que escribiste en el balcón, mientras dormía y todavía soñaba con vos. Soñaba con vos.
Me cuesta aceptar que, quizás, no haya más cerros de colores, minas perdidas, ni estrellas fugaces.
Es que fue un segundo, un instante, un abrir y cerrar de ojos. El presente y el futuro que teníamos se nos fueron de las manos. Se me fueron de las manos. Los vi irse descaradamente dejándome vacía de sentido y afecto. Ahora me pregunto: ¿Cómo sigo adelante? ¿Cómo saco esas palabras de mi mente? ¿Cómo borro tu perfume inconfundible? ¿En qué falle? ¿Qué te faltó?.
Aquella tarde algo murió en mí. La luz interior que llevaba guardada en mi corazón y que alguna vez supieron elogiar se apagó para siempre.
Esa tarde fue el comienzo de mi fin y entre frases de cabecera, rastros de sonrisas y líneas dedicadas a doña nadie rompiste otro cristal de los pocos que tenía. De los pocos que quedaban.
Con esa respuesta carente de sentido quebraste nuestra historia de amor.
Me cuesta aceptar que, quizás, no haya más cerros de colores, minas perdidas, ni estrellas fugaces.
Es que fue un segundo, un instante, un abrir y cerrar de ojos. El presente y el futuro que teníamos se nos fueron de las manos. Se me fueron de las manos. Los vi irse descaradamente dejándome vacía de sentido y afecto. Ahora me pregunto: ¿Cómo sigo adelante? ¿Cómo saco esas palabras de mi mente? ¿Cómo borro tu perfume inconfundible? ¿En qué falle? ¿Qué te faltó?.
Aquella tarde algo murió en mí. La luz interior que llevaba guardada en mi corazón y que alguna vez supieron elogiar se apagó para siempre.
Esa tarde fue el comienzo de mi fin y entre frases de cabecera, rastros de sonrisas y líneas dedicadas a doña nadie rompiste otro cristal de los pocos que tenía. De los pocos que quedaban.
Con esa respuesta carente de sentido quebraste nuestra historia de amor.
miércoles, 1 de julio de 2009
El Beso
Ventilando el baúl del silencio
Le doy aire a la noche
Mirando aquel cuadro del beso
Enredada y envuelta
Yo te vi encandilada por el sol, me fundí
Encendí, el amarillo alrededor, de los dos
Una mano corriendo mi pelo
Adornado con flores
Encorvado estirando su cuerpo
Agarrado a tu nombre
Yo te vi encandilado por el sol, me fundí
Encendí, el amarillo alrededor, de los dos.
L.A
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