Primer día en mi casa nueva. Abro la puerta del ascensor, empujo el cajón con platos y vasos, cierro la puerta del ascensor, abro la puerta de mi departamento hasta que escucho una voz masculina:
-Hola, vos debes ser…N
Me acuerdo que la dueña me habló de mi vecino. “Es divino, es contador. Te va a encantar. Además quien te dice, por ahí se ponen de novios”.
Me doy vuelta con la esperanza de que mi vecino “el contador” esté más bueno que comer pollo frito con la mano y…¡no!
Confirmo, una vez más, que la suerte no está de mi lado.
-Sí, soy N. Mucho gusto.
-Bueno, yo vivo al lado. Cualquier cosa que necesites, ya sabes. También soy parte del consorcio asíque…
-(Encima buchón, pienso) Bueno gracias. Nos vemos.
Definitivamente los vecinos que están buenos no viven en el departamento de al lado. Están en el edificio de enfrente o con sus novias.
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