Dejà vu de lo que va a venir
Mi olfato nunca falla, y cuando digo nunca... es nunca. Soy invencible, insuperable y precisa. Es más, debería cambiar de profesión. Puedo verlo, sentirlo y predecirlo. Puedo reconocerlo en las tinieblas, en medio de la oscuridad, y hasta con los ojos vendados. Mi instinto siempre está a flor de piel. Lamentablemente..
 
 
 
          
      
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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